Viendo la Iditarod de perros

Antonio de la Rosa viendo la Iditarod de perros

Que mejor manera de esperar mi vuelo de vuelta que viendo la carrera mítica de trineos de perros Iditarod.
A 300 metros de la casa de Peter, donde me encuentro alojado, un Alemán encantador afincado en Mcgrach desde el 77 por amor. Esta zona es una de las paradas más importantes de la travesía canina, donde muchos musher aprovechan para poner a descansar a sus perros por 24 horas, lo obligatorio en el reglamento.Caen agotados como cualquier atleta de élite tras un gran esfuerzo. Algunos tal vez llevan corriendo 200 km sin parar, son superperros… Se quedan dormidos antes de comer.
Cada perro es chequeado estrictamente por un veterinario, si no está en condiciones no le dejarán continuar. Algún musher llega a este punto incluso con un perro en el trineo por algún problema físico.
Pueden dejar 3 de lo 16 perros que tiran en toda la travesía, de los cuales se encarga de cuidar y transportar de vuelta a Anchorage un grupo grande de voluntarios, con este como único fin aquí.
Gran evento sin duda. Una suerte estar aquí. Hay buenos sponsors, porque aunque los premios son cuantiosos, el que termina sobre el 20 aun se lleva 10.000 dólares. He pasado 1 día en casa de Peter, con los seguidores de una competidora Noruega que se llama Sigrid, padre, hermanos y novio. Ellos han decidido seguir la prueba con motos de nieve, van 5 con 3 motos y 2 remolques pulka para llevar material. Han roto una moto por la escasez de nieve después de Rainy Pass.

Me cuentan que para viajar con 20 perros, número mínimo para asegurar que sales bien con 16, deben ir mínimo 5 personas, cada uno con un máximo 4 perros facturados. Suma y sigue, sale barato participar…

Pensando en Groenlandia..sigo 100% ‪#‎triwinterchallenge‬