Esta vez no ha podido ser. Después de una noche muy fría cerca de Ophir, pueblo abandonado minero de la ruta Iditarod, donde incluso pasé frío y sensación de agotamiento dentro de la tienda tubo de Trango World, he decidido retirarme con mucha pena y volver los 50 kilómetros andados a Mcgrach.
Poco más que contar. Tras varias expediciones exitosas, la Iditarod en fat bike se me complicó desde el principio. Espero aprender lo máximo de este fracaso.
Regresando a Mcgrach me encontré el espectacular equipo de marcadores de la ruta iditarod para perros. Hoy si todo marcha bien podre ver su paso en direct. Aprovecho estos días para meditar e ir pensando no cometer errores en Groenlandia.